El precio de ser normal

El precio de ser normal
Andreina Gutiérrez
Una chica en Egipto quería ponerse unos jeans de moda, como los que veía que usan las
chicas en televisión. Su madre, musulmana, le prohibió expresamentecometer semejante acto
impúdico. Otra chica, de origen latino, en Estados Unidos quería tener novio y salir de noche a
las discotecas con él, como hacían todas sus amigas. Igualmente, la madre deésta, lloró
desconsolada por la actitud desafiante y díscola de su hija. Una señora en España, un tanto
pasada de peso, se gana la lotería y se va directo a El Corte Inglés, a comprarse unoscostosísimos pantalones Dolce&Gabana. Aunque tenía el dinero, le fue imposible conseguir
unos pantalones de su talla. Un adolescente en Perú quería asistir al concierto de Avril Lavine
en Argentina. No teníadinero para el viaje. Se suicidó. Otro adolescente en Venezuela, de un
barrio marginal, quería tener los zapatos deportivos de su ídolo basquetero del momento. No
tenía dinero. Mató a otroadolescente para quitarle los zapatos.
Ser normal. Es apenas lo que todas estas personas querían. Ser normal como los demás,
como todo el mundo, como le dicen que son los demás, como les hacen creer que estodo el
mundo. Las chicas en Egipto no se visten como las norteamericanas o las francesas. O sea,
las egipcias no son normales. Quien impone la “normalidad” es aquel que impone sus reglas,
susmodos de vida, su manera de ver el mundo, aquel que tiene el poder para decidir qué es y
qué no es “normal”. Por algo existe un grupo de países llamados “Los No Alineados”, o sea los
que de una forma uotra no son normales, por no pegarse a los intereses de las grandes
potencias. Son los “diferentes”, los “otros”. ¡No puede ser de gente normal no querer aliarse
con los que tienen los reales!Normal es casarse y tener hijos. Normal es tener una casa, un carro y un perro. Normal es
estudiar y después trabajar. Normal es salir de rumba en las noches. Normal es tomarse un
birrita de vez en…