Como el hombre llego hacer gigante

Daniel Samper Pizano
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La encrucijada se ‘desencrucija’
A juzgar por los sucesos de la última semana, laencrucijada espiritual del presidente Álvaro Uribe empieza a ‘desencrucijarse’ y el encrucijado a auspiciar medidas para alargar el uribato en cabeza de sus amigos.
La ponencia negativa de la Corte Constitucional sobre el referendo abre por primera vez la posibilidad cierta de que el largo gobierno de Uribe termine de hoy en seis meses. Aún deben pronunciarse los demás magistrados, y podríanhacerlo apartándose de la ponencia. Pero son tan contundentes los argumentos del jurista Humberto Sierra Porto que resulta difícil suponer por dónde puedan flaquear.
Sobre todo porque señala vicios que ya son famosos. Dos de ellos, según Sierra, resultan insubsanables: las irregularidades en la financiación y la publicación a posteriori del decreto que convocó a sesión plenaria en la Cámara paraaprobar el procedimiento. Otros son una vergüenza: trámite en el Congreso sin cumplir los requisitos, alteración de la pregunta que debe plantear la papeleta y cambio de partido súbito e inexplicable de cinco tránsfugas cuyo voto fue clave en los resultados.
La posición del ponente deja por el suelo el bochornoso pronunciamiento del Procurador, que no vio en tan graves violaciones ninguna irregularidadque no fuera más que un leve percance personal de quienes incurrieron en ella. Tan precaria percibe la situación Uribe que ya reunió en la Casa de Nariño a Juan Manuel Santos, liberal, y Andrés Felipe Arias, conservador, para que llegaran a un entendimiento electoral que impida la división y la derrota del uribismo.
Si el país no quiere hundirse en un régimen autoritario encabezado por Santos oUribito, justamente lo que debe hacer es derrotar al uribismo en las elecciones de mayo. Una cosa es el uribismo con Uribe a la cabeza y otra cosa es bajo el mando de personajes tan repelentes como los mencionados. Las elecciones chilenas confirmaron que los votos de un líder popular no son endosables. También en Colombia será posible demostrarlo, si los opositores del continuismo tieneninteligencia y generosidad suficientes para votar unidos por el candidato aceptable que más respaldo exhiba.
Sería injusto no agradecer a Uribe determinados beneficios, pero el país no puede alargar un régimen que, al desnaturalizar la Constitución con la reforma reelectoral, desmontó los controles y desquició el sistema de pesos y balances que garantiza mínimas guardas institucionales. Ahora todo es unamasijo: ya vimos cómo la Procuraduría avala y absuelve todo lo del Gobierno, inicia investigaciones surrealistas contra los opositores y es capaz de atribuir el asesinato de John F. Kennedy a un rival político. Para peor, pronto tendremos como Fiscal, por culpa de un incomprensible giro de la Corte Suprema de Justicia, a un ex funcionario de Uribe que recientemente había merecido el repudio de lacorporación.
En estas condiciones, los colombianos no podemos contar con la vigilancia de unos órganos de control cuyos sus jefes acatan al Ejecutivo, en vez de fijarle límites e imponerle sanciones.
Aparte de los demás cambios de programas políticos y económicos que se necesitan, la manera de restablecer las garantías es modificar el signo del Gobierno mediante un resultado electoral que liquide…