America latina

Este artículo es copia fiel del publicado en la revista NUEVA SOCIEDAD No 210, julio-agosto de 2007, ISSN: 0251-3552, .

Dios y el Estado
Dimensiones culturales del desarrollo político e institucional de América Latina

En América Latina predomina una visión providencialista de Dios, que se expresa en el auge del cristianismo pentecostal y carismático y que ha generado una cultura políticapragmático-resignada, que tolera la desigualdad y la injusticia como mandatos divinos. Esto es incongruente con un Estado moderno que debe equilibrar la racionalidad instrumental del mercado con los valores sustantivos de la democracia. Las ciencias sociales deben dejar de lado la idea de que las sociedades latinoamericanas se encuentran secularizadas para asumir una visión más realista, quecontemple la dimensión subjetiva de los

ANDRÉS PÉREZ-BALTODANO

procesos de formación del Estado.

? La cultura real y la institucionalidad formal de América Latina

La historia de Europa generó la idea del Estado. La ley y la teoría social definieron –y al hacerlo, condicionaron– los procesos materiales y culturales que dieron lugar a ese producto histórico. En América Latina, la idea delEstado forjada en Europa fue adoptada para reorganizar la historia republicana de la región. Los Estados latinoamericanos, como tantas veces se ha señalado, se constituyeron a priori, mediante fórmulas legales aplicadas sobre una realidad marcada, entre otras cosas, por profundas divisiones raciales, étnicas y sociales, territorios desintegrados y aparatos
Andrés Pérez-Baltodano: profesor de CienciasPolíticas en la Universidad de Western Ontario (Canadá). Autor, entre otras publicaciones, de Entre el Estado Conquistador y el Estado Nación (Ihnca / UCA, Managua, 2003) y Conversación con Nicaragua (Anamá, Managua, 2007). Palabras claves: religión, providencialismo, modernidad, desarrollo, Estado, América Latina.

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institucionales que no contabancon la capacidad y la legitimidad necesarias para hacer efectivo el modelo estatal adoptado por las elites de la región. El trasplante de la idea del Estado moderno europeo a América Latina fue el comienzo de lo que Carlos Fuentes ha caracterizado como la tensión, aún no resuelta, entre el «país legal» y el «país real». Esa tensión –entre la América Latina libre, justa y democrática expresada enlas constituciones, y la otra, plagada de autoritarismo, injusticia y desigualdad– encuentra una de sus principales expresiones en la coexistencia de dos realidades incongruentes: la modernidad formal del Estado latinoamericano y la cultura religiosa y política premoderna dominante en la región1. El modelo de Estado adoptado por los países de América Latina fue el producto y la expresióninstitucional del desarrollo material y cultural de sociedades en las que logró consolidarse una visión de la historia como un proceso que puede y debe ser condicionado por la acción política de la sociedad. Pero, por otra parte, la cultura religiosa y política dominante en América Latina ha sido –y sigue siendo– premoderna. Usar el término «premoderno» no implica sugerir que exista una progresión históricalineal que coloca a todas las sociedades del mundo en una escala de desarrollo liderada por los países del Norte. Se trata, simplemente, de resaltar la existencia de importantes coincidencias entre la visión de la historia predominante en América Latina y algunos aspectos de la cultura europea medieval. Durante la mayor parte de la Edad Media, la historia fue entendida como un proceso gobernadopor Dios y la Fortuna (Manchester). La modernidad implicó el surgimiento de una nueva cosmovisión que permitió a los europeos asumir el derecho y la obligación de participar en la construcción de su propia historia. Ya desde el Renacimiento, pero sobre todo a partir de la gran crisis del siglo XVI –generada por la revolución de Copérnico, la Reforma, el surgimiento del capitalismo y otros…